
1997
Se trata de una instalación al interior de la Sala Matta del Museo Nacional de Bellas Artes, compuesta por 11 piezas de neón en la fachada del museo y 144 piezas de neón en su interior, más 6 fotografías. En ella, como en muchas de sus previas instalaciones, el artista exhibe al propio espacio expositivo. Es decir, es la institución misma el objeto a visibilizar.
En palabras de Catalina Mena (Revista ArtNexus 28, 1998), «el título de la obra, Unidos en la gloria y en la muerte (Rebeca Matte Bello), repite la inscripción que lleva grabada en su pedestal una escultura situada frente al Museo, en donde se representa la caída de Ícaro. Dicha representación, concebida como homenaje a la aviación chilena, fue realizada a comienzos de siglo, fecha coincidente con la fundación del Museo. El artista duplica la carga de esta frase reproduciéndola también físicamente, cuando en la parte superior del frontis del edificio la inscribe con letras de neón. La frase, de este modo, sirve como recurso formal que une el exterior con el interior del espacio de exhibición. Esta forma de casar ámbitos e integrar distintos niveles de cobertura ha sido una estrategia bastante permanente en los trabajos de Díaz. El artista siempre logra, a través de gestos articuladores muy económicos, abarcar en su obra mundos y tiempos que de otro modo no se tocarían».