Inauguran el 8 de enero: Egresadas exhiben en Galería BECH y Centro de Arte Crisol
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«Cría Cuervas» de Gabriela Rivera Lucero y «Vacaciones Proporcionales» de Rocío Hormazábal son las exposiciones que este viernes 8 de enero se inauguran en la Galería BECH y en el Centro de Arte Crisol, respectivamente. Ambas exhibiciones abordan problemáticas sociales actuales a través del lente de la cámara fotográfica.
Gabriela Rivera Lucero y Rocío Hormazábal cursaron juntas la licenciatura en Artes Plásticas con mención en Fotografía en el Departamento de Artes Visuales de la Universidad de Chile. Ya egresadas, sus fotografías se han caracterizado por realizar una crítica social a través del retrato y autorretrato, llegando a experimentar con la performance y la utilización de su cuerpo como generador de obras.
En el caso de Gabriela Rivera, declarada feminista, ha centrado su interés en temáticas sobre feminismos y deconstrucción de saberes occidentales. De allí que su obra indague en la abyección, desde una mirada crítica al patriarcado occidental, tal como se presenta en Cría Cuervas;exposición que propone interrogar y establecer una crítica ante los modelos de crianza occidentales y como ellos devienen en verdades absolutas, que promueven una fracturada relación de afectividad y corporeidad entre m(p)adres y/o cuidadores e hijos.
Dicha muestra se compone de una serie de siete fotografías digitales de 0,80 x 1 metro, en las que se exhibe a una madre, abuela e hija cuervas, o más bien dicho, con máscaras que aluden a pájaras bestias.
Estas obras corresponden a retratos de la artista junto a su madre y su hija, en las que además hace alusión al rito cotidiano de la costura, como parte de un homenaje a la actividad desempeñada por su madre, que vio ejecutarla toda su vida.
“La muestra es un reclamo a las maternidades; sobre todo a la transmisión de determinados valores en la crianza de nuestra cultura patriarcal. Por eso busca poner en evidencia las contradicciones de la ‘victimización’, entendida como relación víctima-victimario de la madre. Esa madre a la que le sacamos los ojos y de la que no agradecemos sus cuidados”, explica la artista.
En Cría Cuervas también se exhiben nueve impresiones digitales de 15 x 21 cm. (registro del proceso de obra) y una instalación objetual compuesta por tres cabezas de piel disecadas de pavo y pollo, colocadas sobre cajas forradas en terciopelo burdeo, dispuestas sobre una mesa estilo Normando. Las máscaras aluden a las cuervas y han sido procesadas con piedra alumbre y bórax para su preservación.
“A partir del conocido refrán ‘cría cuervos y te comerán los ojos’, Rivera indaga en los arraigados parámetros de crianza occidentales, proponiendo la subversión de modelo tradicional al aceptar la posibilidad de ser ‘devorada’ por su propia hija. Frente a las imágenes tradicionales de la maternidad, aquí la relación madre-abuela-hija se sustenta en la abyección de materialidades y de relaciones ya no basadas en patrones y moldes dados, sino en la sublevación frente a éstos reflejada en la imagen desafiante y amenazante de su hija”, escribió sobre la obra Soledad Novoa en el Catálogo New Maternalisms, maternidades y nuevos feminismos en Agosto de 2014.
Así, Gabriela Rivera, a través una serie de procesos como: elaboración de moldes de yeso; la confección de moldes de piel; la costura; la sesión de fotografías en estudio (con estilo cercano al de una fotonarración);
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y el disecado de las mascarás mediante la química de la conservación de materia orgánica, enfrenta la construcción de un imaginario matrilineal de animales de fantasía (cuervas), que estarán disponible al público en la muestra Cría Cuervas, curada por las hermanas Mónica y Stella Salinero, teóricas del arte feministas.
Trilogía de verano
Las obras de Rocío Hormazábal se basan en una crítica social y siendo su propia modelo a fotografiar, interactúa con el estereotipo de belleza cultural de la mujer, valiéndose de lapantallolatría o adoración a la pantalla que actualmente se da, donde todo lo visto a través de una pantalla (computador, televisor, celular, etc.) es tomado como cierto y real.
De esta forma, en la muestra Vacaciones Proporcionales, la artista hace alusión al concepto del código del trabajo chileno que refiere al derecho legal que todo trabajador dependiente tiene de contar con un periodo de descanso, pero, que en la práctica, se traduce en algo completamente distinto, al ser un periodo en que el trabajador recibe una compensación económica que reemplaza los días de descanso que no se tomó.
“Es un cálculo matemático traducido en dinero”, expresa la artista y se cuestiona: “¿Dónde quedan las vacaciones?, ¿El tiempo de esparcimiento?, ¿El relajo del cuerpo y la mente?”.
Esta contradicción es el eje de la muestra Vacaciones Proporcionales. La Trilogía, que se presenta para “reafirmar la lógica de este absurdo y para explorar el sinsentido, que por ser tan común se hace tan cotidiano” indicó la artista.
Verano Naranja, se titula la primera parte de esta trilogía, consistente en una serie de 20 fotografías en color de 20×15 cm. cada una, en la que se observan pequeños y coloridos objetos ubicados en la playa con los que la artista busca evocar el recuerdo melancólico de un verano glorioso, “un verano naranja, donde la arena, el sol y el mar, (iconos de vacaciones soñadas), se han llevado todo, excepto los objetos: testigos silenciosos”, indica la artista.
Esta parte de la trilogía muestra una maqueta de felicidad a la que aspiramos y también consumimos. A través del colorido, la apariencia y la forma, los objetos quedan detenidos en el espacio y permanecen como testimonio de un pasado irrecuperable.
All Inclusive se denomina la segunda parte de la trilogía, consiste en un álbum de fotografías en blanco y negro, impreso en un local comercial fotográfico, con tema gráfico “Vacaciones” y adornado a mano, que se hojea utilizando guantes quirúrgicos.
“Esta obra atesora el recuerdo de la estadía en el hospital que tuvimos como familia en el verano de 2015 (3 de diciembre de 2014 a 23 de abril de 2015). Mi madre estuvo hospitalizada ‘all inclusive’ y de alguna manera nosotros también. En ese periodo aparecen imágenes inevitables de almacenar. Experiencia que evoca un universo paralelo y la suspensión del tiempo en que fuimos todos envueltos”, explicó la egresada.
Finalmente La vida bajo el agua corresponde a la tercera parte de la trilogía de Hormazábal, en la que se presenta un video con audio y diaporama, instalados en un televisor de 24 pulgadas.
Este proyecto se instala como reflexión al fenómeno de la adaptación, que ocurre con cada cambio en el transcurso de la vida. “Nos adaptamos a vivir en las condiciones que nos toca, eso no quiere decir que no tengamos derecho a protestar y a estar descontentos. De todas formas se debe vivir y sobrevivir en muchos casos: ‘Arréglatelas como puedas’”, reflexiona la artista, quién deja abierta la interrogante de: “¿Qué pasaría si algún día tuviéramos que vivir bajo el agua?”.
Ambas exposiciones se inauguran de forma gratuita este viernes 8 de enero. En el caso de Cría Cuervas, de Gabriela Rivera, el evento comenzará a las 19:30 horas en la Galería BECH, ubicada en Alameda Libertador Bernardo O’Higgins 123, Santiago.
La inauguración de Vacaciones Proporcionales de Rocío Hormazábal se llevará a cabo a las 20:00 horas en el Centro de Arte CRISOL, ubicado en Malaquías Concha 0180, Providencia.
Cabe destacar que a lo largo del año 2016 en la Galería BECH expondrán cinco egresados del DAV: Sebastián Robles, María Jesús Schultz, Sebastián Calfuqueo, Juan Esteban Reyes y Valentina Soto.
Igora Martínez, Periodista Departamento de Artes Visuales
Fotografías: Cortesía de las artistas.
Lunes 4 de enero de 2016
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