Expertos internacionales se reunieron para visibilizar discusión sobre diversidad cultural en el mundo
«Disonancias territoriales y circulación internacional de saberes», fue el título de la tercera edición del Seminario sobre Diversidad Cultural, organizado por la U. de Chile junto al Consejo Nacional de Cultura y las Artes, que durante dos jornadas convocó a 21 expertos internacionales, para abrir un diálogo transdisciplinar sobre los desafíos actuales e históricos de los derechos culturales.
Memoria, redefinición de territorios, migración, pueblos oiginarios, diferencia de género, hegemonía cultural y transformación social, fueron algunos de los temas abordados en conferencias y mesas de diálogo durante el III Seminario sobre Diversidad Cultural “Disonancias territoriales y circulación internacional de saberes”, impulsado por el Consejo Nacional de Cultura y las Artes (CNCA) junto a la U. de Chile, a través de la Dirección de Creación Artística de la VID.
El encuentro fue inaugurado el lunes 25 de septiembre en el Salón de Honor de Casa Central, donde participaron autoridades de ambas instituciones, quienes destacaron la relevancia del tema para comprender las relaciones y transformaciones sociales actuales. Asimismo, las dos jornadas reunieron a 21 expertos de Alemania, Francia, España, México, Haití, Guatemala, Perú y Chile, con el objetivo de profundizar la discusión frente a los problemas y desafíos que conlleva la diversidad cultural en el mundo, desde una mirada transdisciplinaria.
De acuerdo al Ministro Presidente del CNCA, Ernesto Ottone, “desde el 2003 el Consejo ha relevado el tema como parte integral de su estructura, además es parte fundamental en la definición para el futuro Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. Es sumamente importante generar diálogo entre académicos, investigadores y representantes de la sociedad civil, como parte del debate impulsado en tiempos de elecciones, donde surgen voces extremistas frente a los nuevos problemas nacionales, como la migración e integración de los pueblos originarios en la toma de decisiones”.
En tanto, el Vicerrector de Investigación y Desarrollo de la U. Chile, Flavio Salazar, destacó que “esta actividad refleja el esfuerzo institucional por articularse con otros organismos públicos en temas de interés social, como es la diversidad cultural. Esto se expresa en fenómenos cotidianos, como el crecimiento exponencial de la población migrante que también ha traído discriminación, o las demandas históricas de nuestros pueblos originarios, especialmente los mapuche. Debemos discutir académicamente y es importante que se lleve a cabo con investigadores que provienen de otros países, pues es una oportunidad para retroalimentar experiencias y así crear nuevas políticas públicas desde la información hacia la ciudadanía”.
Desafíos para la diversidad cultural: construir nuevas lógicas para observar la diferencia
Entre las exposiciones de los invitados internacionales destacó “Saber de convivencia y diversidad cultural”, a cargo del Académico de la Universidad de Postdam (Alemania), Ottmar Ette, quien hizo un recuento de las cuatro fases globalizadoras desde el siglo XV hasta la actualidad, como un período para reubicarse en el espacio cultural y buscar soluciones teóricas que trasciendan la lógica del otro.
El Catedrático Ette, señaló que “existe una separación cuando observamos a alguien diferente, basada en una experiencia larga e histórica de intentar eliminarlo. Por tanto, los desafíos son de orden político, además de tener la capacidad de pensar en lógicas distintas al mismo tiempo, ya que actualmente habitan esquemas territoriales con tendencia al monólogo frente a la diversidad, donde se presenta exclusión y discriminación. Debemos considerar la inclusión como elemento fundamental en nuestra comprensión de lo social”.
Asimismo, la Académica de la Universidad Autónoma de Puebla (México), Raquel Gutiérrez, dictó la conferencia “Formas de producción de lo común”, que planteó la constelación conceptual sobre los entramados comunitarios y discutió sobre las variadas formas de entender la actividad política, más allá de la prescrita por la democracia occidental liberal de la actualidad.
La Profesora Gutiérrez, recalcó que “la diversidad cultural es un término insuficiente actualmente, ya que sólo es una manera de nombrar. Debemos pensar colectivamente una lucha contra el monólogo hecho desde el poder, que instala sociedades de espectáculo y no nos considera como ciudadanos de intervención pública, sino como meros receptores. Nos estamos hundiendo y debemos asumir individual y colectivamente el hecho de que estamos en una crisis civilizatoria con planos en lo social, económico y ecológico, entre otros. La discusión debe hacer una economía de reconocimiento de la diferencia, que piense en grupos fragmentarios”.
En tanto, la investigadora de ascendencia maya-q’iche’, proveniente del Instituto Amaq’ de Guatemala, Gladys Tzul, participó en la última mesa “Hegemonía cultural y transformación social”, donde reflexionó sobre la interpretación de lo indígena desde una visión no canónica enfocada en lo comunal. Además, destacó el trabajo comunitario como forma constitutiva de lo comunal, la producción de la decisión como una forma de deliberar, y las alianzas patrilineales como forma de delimitación y ocupación de las tierras.
La activista Tzul comentó que “las sociedades latinoamericanas siempre han sido plurales y hasta hace poco la pluralidad no había representado un obstáculo para la convivencia. Guatemala es un país con 24 pueblos indígenas y 24 idiomas diferentes, sin embargo, la relación con el Estado ha sido el genocidio. Con la consolidación de los estados, que estipulan una identidad y forma de hacer política, se tensionan las formas plurales de organizar el mundo. Por tanto, desde la academia se pueden producir ciertos sentidos que ayuden a explicar históricamente de dónde surgen las confrontaciones asociadas al interés común de los cuerpos políticos plurales”.
Finalmente, el Director de Creación Artística U. de Chile, Fernando Gaspar, concluyó que “existen desafíos múltiples, donde hemos visto experiencia de países como México y Guatemala, que presentan diferencias respecto a la valoración de los pueblos indígenas. Debemos dar cuenta de lo que ocurre en nuestra sociedad, como la cantidad de migrantes que están llegando a Chile, ya que actuamos con lentitud y también de forma reactiva. Es necesario plantearnos desde una perspectiva de planificación y proyección sobre la convivencia que queremos tener con migrantes o grupos indígenas, pues esto nos hace plurales, diversos y con perspectiva de inclusión”.